Reclaman un plan para asistir al Triángulo Norte.
Un grupo de senadores de EE. UU. subrayó ayer la necesidad de elaborar un “plan regional”, para mejorar la seguridad del Triángulo Norte de Centroamérica, con el objetivo de evitar que sus ciudadanos migren al país norteamericano.
Los funcionarios hicieron este llamado a la acción, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenase suspender todo tipo de asistencia a Guatemala, El Salvador y Honduras.
“Necesitamos un plan regional y tenemos que trabajar en ello. Es una situación muy compleja y debemos determinar la cantidad de dinero necesaria”, apuntó el senador republicano John Cornyn, en una conferencia en el centro Atlantic Council, en Washington.
Cornyn reconoció que “ahora mismo” no existe una estrategia clara para abordar los retos que presentan los tres países, aunque aseguró que EE. UU. “está buscando líderes y socios con los que poder trabajar”.
“No podemos hacer nada por naciones que no quieren que les ayudemos”, agregó el republicano, quien coincidió en esta idea con el senador demócrata Tom Carper.
En este sentido, Carper destacó la importancia de construir un plan de trabajo bipartidista que ayude a la región a potenciar oportunidades económicas, reducir el crimen y la violencia.
El veterano legislador recordó el “exitoso Plan Colombia”, con el que EE.UU. ha ayudado en las últimas décadas a ese país sudamericano a salir de una crisis marcada por la violencia, generada por los carteles de la droga y las guerrillas.
Ambos se mostraron esperanzados de que el presidente electo de El Salvador, Nayib Bukele, y el próximo mandatario de Guatemala, que saldrá de las elecciones que se celebrarán en junio, sean socios “cruciales” de Estados Unidos.
Según datos del Departamento de Estado, en 2018, EE. UU. aprobó US $120 millones para Guatemala, US $80 millones para Honduras y US $58 millones para El Salvador. Mientras tanto, en 2017 la nación norteamericana les destinó US $140 millones, US $95 millones y US $73 millones, respectivamente.