El escritor británico Charles Dickens, autodeclarado como un autor global, fue más un ciudadano del mundo que de un lugar concreto, y ahora su faceta como viajero incansable en busca de inspiración centra la exposición Para cada nación sobre la tierra, abierta hoy en Londres.
Un hogar más allá de las fronteras
“Todo viajero tiene un hogar, no importa dónde”, citó en una ocasión Dickens (1812-1870). Y es que para este novelista de la época victoriana cualquier sitio podía ser considerado ‘hogar’, incluso si se encontraba más allá de sus fronteras.
En el 48 de la calle Doughty, el Museo Charles Dickens explora en dos de sus cuatro plantas los países y ciudades en los que residió el escritor, así como la forma en la que sus obras consiguieron captar a una audiencia universal.
La exposición aspira a situar a Dickens como un hombre de Europa y del mundo y busca “celebrar y recordar a la gente el interés que tuvo por conocer todo el globo terráqueo a lo largo de su vida”, destacó hoy la directora de la pinacoteca, Cindy Sughrue, durante la presentación.
Rincones del planeta
El recorrido por la que fue la casa del literato entre 1837 y 1839 hace hincapié en su ambición por descubrir cada rincón del planeta y muestra varios de los objetos que le acompañaron en sus travesías.
Entre otros, sobresale su escritorio de viaje, el cual utilizó para escribir cartas a sus conocidos acerca de los destinos que quería visitar, algunas de las cuales alberga la muestra (Carta a Georgina Hogarth -1853- o Carta a Thomas Beard -1862-).
Entre todos los países en los que estuvo, Sughrue subrayó en especial el impacto que tuvo Italia sobre él, ya que encontró en ella varios paralelismos con su nación.
“Dickens conocía la Italia clásica y se sorprendió mucho al ver una ciudad descuidada que no tenía nada que ver con el Imperio Romano del que había leído. Esta negligencia le recordaba a muchas cosas que veía en Inglaterra”, explicó Sughrue.
*EFE