El nacimiento de una estrella en el tenis.
María Gabriela Rivera Corado es una tenista nacional, de 17 años, que ha dejado la competencia juvenil para incursionar en el ámbito mayor y, aunque una lesión en la muñeca ha frenado su progreso, espera pronto estar de nuevo en las canchas para sumar puntos en la clasificación ITF.
Para Gaby 2018 comenzó con resultados importantes, logrando el subcampeonato mundial juvenil el 3 de febrero, en Ecuador. Asimismo, el primer lugar de la categoría en la Confederación de Tenis de Centroamérica y el Caribe (Cotecc) le dio el aval para participar en 3 torneos de Grand Slam juveniles: Roland Garros, Wimbledon y US Open.
Pero en octubre llegó la lesión, que fue tan dolorosa que Rivera llegó incluso a pensar en dejar el deporte; sin embargo, el apoyo de sus padres y hermanos fue fundamental para mantenerse en pie.
“Dejé de jugar juvenil, tal vez no de la forma que esperaba, por la lesión, y empiezo a adaptarme al ranquin profesional. Personalmente he competido en tres torneos mayores y he aprendido bastante, además, no me veo lejos de quienes los ganaron, así que siento que es algo mental el sentir que sí se puede”, nos cuenta Gaby.
“Espero que mi participación en los torneos de Grand Slam haya servido para abrir una puerta para que más guatemaltecas tengan esa oportunidad, y ojalá que puedan hacerlo mejor que yo”, añade la tenista.
“Quiero aprovechar para agradecerles a las personas que me apoyaron y no dejaron que me rindiera: mis papás (José María y Paula), mis hermanos (José y Sofía), asimismo, a mis líderes espirituales, José Alarcón y María Fernanda de Alarcón”, se despide la nueva estrella en el firmamento.