El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V), vencedor ayer del Gran Premio de España de MotoGP, reconoció que “tenía ganas de ganar”, después de lo que le pasó en Austin, donde se cayó cuando era líder de la carrera.
“En las primeras vueltas no iba del todo cómodo”, señaló, y añadió que por ese motivo decidió “esperar y aguantar”, porque a partir de la décima vuelta sabía que se iba a encontrar “mejor”.
“Había ganas, pero tampoco me quería volver loco y he tenido la paciencia, sobre todo al principio, de intentar entender las condiciones que había en la pista y todo en general”, comentó.
El piloto de Repsol Honda dijo que no sintió presión por la cercanía del italiano Franco Morbidelli y el francés Fabio Quartararo, al principio de la carrera.
“Desde los primeros libres sabía que la carrera sería a la décima de segundo, que no sería como en Argentina o Austin de medio segundo o así, sino de décima de segundo, que ganaría el más cabezón, y he salido con esa mentalidad, y durante muchas vueltas ni miraba la pizarra o a cuánto estaba el de atrás”, explicó.
“Me he encontrado cómodo, muy bien, que es lo importante, pero estoy con mucha confianza y eso es bueno, pero llegará Le Mans, que será uno de los sitios que seguramente tendrá apuntado Dovizioso para atacar y nosotros tenemos que seguir pensando en hacer nuestro campeonato, y en eso lo más significativo es que después de un cero vamos líderes”, recalcó Márquez.
El piloto español consiguió su segunda victoria de la temporada en el circuito Ángel Nieto de Jerez de la Frontera, y recuperó el liderato del campeonato del mundo de MotoGP, con 70 puntos, 1 más que su compatriota Alex Rins, y 3 respecto del italiano Andrea Dovizioso, quien fue cuarto.