La carga de pacientes e intervenciones médicas recayó por algún tiempo en los hospitales más grandes del país: el Roosevelt y el San Juan de Dios, que se vieron colmados por atender pacientes que no encontraban consuelo en los otros niveles de salud del país, y por emergencias nacionales causadas por fenómenos naturales como huracanes, erupciones volcánicas y movimientos telúricos.
Teniendo la salud como uno de los principales ejes de ejecución en el plan de gobierno, la administración del presidente Jimmy Morales ha trabajado en revitalizar la red hospitalaria, reconstruir puestos y centros de salud dejados en el olvido, dotarlos de insumos como medicinas y materiales médicos, y construir nueva infraestructura para brindarle atención médica a los guatemaltecos.
Las necesidades en salud han crecido y por lo tanto es necesario dar respuestas prontas a la población que busca prevenir, curar e intervenir a favor de su salud y la de su familia en el sistema de atención pública.
La inauguración del Hospital Nacional Especializado de Villa Nueva ha sido una de las respuestas, pues ha contribuido a descongestionar a los dos grandes hospitales nacionales, atendiendo a la población del sur de la ciudad capital.
Entre enero y marzo pasados, este nuevo nosocomio atendió a más de 6 mil 500 pacientes en 14 diferentes especialidades médicas. Esto en la primera etapa, en la que solo se dio atención a la consulta externa, y está por inaugurarse la segunda etapa que contará con 3 nuevas áreas médicas.
Este hospital es parte de la Red Integrada Guatemala Sur, de la que también son parte los centros y puestos de salud de Villa Nueva, Villa Canales, San Miguel Petapa y Amatitlán, que trabajan de forma coordinada.
Además de nuevos centros de atención, como el de Villa Nueva, la cartera de Salud ha puesto atención en jornadas de vacunación de niños y jóvenes para prevenir males como el cáncer cérvico-uterino, por lo que se ha vacunado a miles de niñas y jovencitas.
Otra meta es mantener abastecido a todo el sistema de atención en salud, para lo cual se tiene la disponibilidad presupuestaria para la compra de medicamentos e insumos, por la vía más transparente como las negociaciones que se han hecho por medio de organismos internacionales de Salud.