Al término del mediodía, acompañada por las notas de la marcha Ternura Infinita, decenas de capitalinos levantaron en andas a la consagrada imagen de Jesús Nazareno de las Tres Potencias y de la Virgen de Dolores, de la Parroquia de la Santa Cruz, para cumplir con el tradicional cortejo de Lunes Santo, que dura al menos 12 horas.
Esta procesión, que en 1896 comenzó a recorrer las calles de las zonas 6 y 2 de la ciudad, constituye una forma de expresión de identidad, más allá de las diferencias socioculturales. El Nazareno de las Tres Potencias fue tallado en la época del apogeo antigüeño, a finales del siglo XVII. La talla se atribuye al escultor Alonso de la Paz y Toledo, en 1697. Una particularidad del recorrido son las cuatro esculturas de ovejas que acompañan al cortejo desde sus inicios.
Tres eventos que marcan su historia
En lugar de un resplandor, la imagen del Nazareno posee una pieza con tres rayos que representan a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
En 1924 estrenó un estandarte en el que se lee “Hermandad de Jesús Nazareno de la Escuela de Cristo, Santa Cruz del Milagro”, el cual se sigue utilizando en la procesión.
En 2011, el Gobierno de Guatemala le otorgó la Orden del Quetzal en el grado de Gran Oficial, fecha en que las Marchas Fúnebres fueron declaradas Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.