El Museo Whitney de Nueva York dio la bienvenida a la primavera con la presentación de una destacada colección de obras de vibrantes colores, una herramienta que importantes artistas utilizaron en los años 60 para provocar reacciones del público o expresar ideas de género o raza.
Importantes figuras
Spilling Over: Painting Color in the 1960s, que podrá verse desde el próximo viernes en esta pinacoteca dedicada al arte estadounidense, reúne piezas de figuras como Emma Amos, Josef Albers, Helen Frankenthaler, Sam Gilliam, Kay WalkingStick o Alvin Loving.
La muestra se retrotrae al momento en el que el mundo del arte acoge la pintura acrílica, por aquel entonces un material novedoso, explorando sus amplias posibilidades técnicas y subrayando la fuerza visual del elemento.
Así, algunos artistas como Albers o Loving comenzaron a utilizarlo en estampados, formas geométricas, o la combinación de intensos colores para buscar una reacción física del espectador.
“Aunque son distintas entre sí, no queríamos dividir estas obras en diferentes movimientos, sino encontrar sus puntos en común”, dijo en el acto de presentación de la muestra su comisario, David Breslin.
El experto del Whitney explicó que estudios recientes se inclinan por no agrupar las obras de artistas por la corriente histórica en la que se les sitúa, sino, por ejemplo, analizar cómo el color puede utilizarse tanto para crear reacciones físicas como para expresar ideas políticas.
Exhibición
La muestra está formada por un total de 18 obras, todas ellas parte de la colección permanente del Whitney, y muchas de las cuales no han sido expuestas en más de dos décadas.
Además de las piezas de Amos y WalkingStick, destacan Septehedron 34 de Alvin Loving (1970), New Day (1967) de Kenneth Noland, Orange Mood (1966) de Helen Frankenthaler, Homage to a Square: Wait (1967) de Josef Albers, o Gran Cairo (1962), de Frank Stella.
*EFE