Guatemala recibe hoy a Costa Rica.
Se terminó la espera, y la Selección Nacional de Futbol volverá a la cancha en suelo patrio después de siete meses, y lo hará frente a un rival complicado, el de siempre, el del clásico centroamericano, Costa Rica.
El equipo que ahora es comandado por Amarini Villatoro completó ayer la última sesión de entrenamiento con miras a este cotejo, aunque el estratega prefirió refugiarse en el Proyecto Gol y no mostrar sus armas ni tampoco adelantó la alineación al final de la práctica.
No obstante, se prevé que pueda salir con una línea de 3 en el fondo, 5 al medio y 2 en ataque, pero los nombres permanecerán en el misterio hasta al menos 30 minutos antes del cotejo, que se desarrollará a partir de las 19:00 en el Estadio Doroteo Guamuch Flores.
“No me animo a dar un once, porque puede ser que al final haya un jugador con alguna molestia física, y eso le impida jugar, entonces tendría que cambiar. De los 24 en concentración, solo 20 irán a la cancha”, dijo Villatoro. “Si cerramos la puerta al entrenamiento no es porque uno no quiera atenderlos o esté tratando de ocultar algo, sino para darle mayor intimidad al grupo y el futbolista permanezca concentrado”, explicó.
“Los ticos están en una etapa de transición, es una selección madura, con un promedio de edad de entre 29 y 30 años y que vienen de jugar 2 mundiales juntos, por lo cual tienen mucha experiencia. Su gran reto será adaptarse al cambio de metodología que está implantando su nuevo técnico (Gustavo Matosas).
El único que tiene asegurado un lugar en el once es el portero Nicholas Hagen, quien jugará su primer partido con el conjunto mayor en el Estadio Doroteo Guamuch Flores, una experiencia que lo tiene emocionado.
“Este será un partido bueno para demostrar de qué estamos hechos. Es un rival muy difícil, pero nosotros tendremos que saber manejar la pelota y mantener el orden abajo”, explicó Hagen.