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Los subsidios familiares buscan apoyar a las familias guatemaltecas que cuentan con niñas, niños o adolescentes (NNA) con alguna discapacidad o en situación de vulnerabilidad, a quienes se les brinda un apoyo económico de Q500 mensuales, por un período de cuatro años. Con ello se pretende contribuir a mejorar la calidad de vida de las 2 mil 790 familias beneficiadas.
El departamento de Subsidios Familiares, de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS), empezó con la supervisión de ese número de casos a nivel nacional, y se tiene previsto finalizar las verificaciones en junio, ya que deben llegar a comunidades recónditas.
Esta ayuda llega a los 22 departamentos del país y el 75 % de los municipios, pero especialmente a Quiché, donde se han reportado casos de parálisis cerebral en niños y adolescentes. En la Costa Sur se ha apoyado a menores con microcefalia, afirmó Dania Franco, subsecretaria de Preservación Familiar de la SBS.
Las primeras comisiones fueron enviadas a Petén, Quiché y Santa Rosa. “Petén es el departamento más lejano, por eso mandamos a tres personas para que puedan cubrir, en aproximadamente dos semanas, las supervisiones de los 119 beneficiarios que tenemos”, dijo María Cristina Pocón, encargada de los Subsidios Familiares. La inspección tiene como objetivo corroborar que los fondos sean utilizados para cubrir las necesidades de los NNA. En ese aspecto se supervisa que tengan un lugar donde dormir, alimentación y medicina. Si son menores con problemas auditivos o visuales, se verifica que estén inscritos en centros escolares en donde les enseñen lenguaje de señas o el sistema Braille.
También se aseguran de que los padres o encargados de los menores asistan al Programa Educando en Familia, que está bajo la dirección de la Subsecretaría de Preservación Familiar, Fortalecimiento y Apoyo Comunitario, para que tengan orientación adecuada sobre el trato a los niños con alguna discapacidad o que hayan sido víctimas de violencia intrafamiliar.