Con la imposición de la cruz de ceniza en la frente, la Iglesia Católica dio comienzo a una de las celebraciones más importantes, la Cuaresma.
Ayer, la feligresía de todo el país acudió desde muy temprano a la iglesia más cercana para participar de la misa del Miércoles de Ceniza, día de ayuno y abstinencia, y prepararse para la Pascua.
Con este ritual, la Iglesia llama a los fieles a la conversión y vivir los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo en Semana Santa.
Luego de la bendición, el sacerdote dibuja una cruz en la frente de los asistentes con las cenizas que se logran de la quema de los ramilletes del Domingo de Ramos, mientras dice “polvo eres y en polvo te convertirás”.
En algunos templos, como El Calvario, al finalizar el acto litúrgico se realizaron cortejos procesionales. Fieles devotos llevaron en hombros a Jesús Nazareno de la Justicia por calles del Centro Histórico capitalino. • Mario Morales