Entre cabañas de madera, un decorado de nieve y montañas blancas, Chanel dedicó un último adiós a Karl Lagerfeld en el Grand Palais de París, dos semanas después de su muerte, con un desfile emotivo que contó con algunas de sus musas, como Cara Delevingne y Penélope Cruz.
El ritmo continúa
No menos de un millar de invitados acudieron al acto, en el que se presentó la colección otoño-invierno 2019/20, y que arrancó con un minuto de silencio. La firma recibió a los asistentes con un pequeño cartel de recuerdo, un dibujo de Karl Lagerfeld a carboncillo, en el que aparece junto a Coco Chanel, fundadora de la casa, bajo el título “El ritmo continúa”.
Para disgusto de algunos, especialmente de quienes conocieron al Káiser de la moda, el desfile pareció regirse más bien por otro lema: “El espectáculo debe continuar”, ya que muchos se grabaron y fotografiaron en la pasarela durante el minuto de silencio.
Inès de la Fressange, amiga del diseñador y su musa por una década, no tuvo fuerzas de ir. Sí asistió Naomi Campbell, quien tuvo una entrada magistral en mitad del escenario blanco, una vez que todos los invitados estaban sentados. La modelo apareció vestida con un traje en tweed dorado y negro de la línea Métiers d’Art de la firma.
En la que fue la última colección diseñada por Lagerfeld, también estuvieron amigas cercanas como las actrices Kristen Stewart y Marion Cotillard, la modelo Claudia Schiffer y la cantante Janelle Monáe.
La última colección de Karl
Cara Delevingne, durante años protegida del káiser, abrió el desfile con un abrigo extralargo en pata de gallo, sobre un conjunto de pantalón en blanco y negro en tweed estampado a cuadros y camisa con escote en v. Un sombrero de ala ancha tipo fedora completaba el estilismo.
Este look, inspirado de los gánster americanos de los años 30, se repitió en los primeros pasajes, coloreados en tonos marrones y negros. Después, el blanco y el negro inundaron el escenario, con suéteres de punto con estampados fair isle en pedrería, abrigos jaspeados y faldas de lana en jacquard, a juego con la decoración alpina.
Lagerfeld, además, ideó para esta colección faldas y chaquetas tipo bomber en monocolor, en naranja y turquesa, pantalones de piel e impermeables en rosa fucsia y sudaderos con bolsillo central, pero realizados en tweed, el tejido más famoso de la casa.
Cerraron la pasarela las faldas cortas con plumas y pedrería, una de las cuales vistió la actriz Penélope Cruz, embajadora de la firma. La intérprete desfiló con una flor blanca en la mano y se mostró un tanto tímida, aunque sonriente, como lo hicieron muchas modelos durante el carrusel final, al ritmo del clásico Heroes, de David Bowie.
La música indicaba que Chanel quería despedirse festejando la memoria de Lagerfeld, pero muchos invitados y modelos, como Mariacarla Boscono, no pudieron contener las lágrimas durante la ovación final. Especialmente dura fue la salida de su sucesora y mano derecha, Virginie Viard, quien salió a saludar cabizbaja y se retiró inmediatamente. Ahora empieza una nueva etapa.