Luego de dos años de trabajo, la Mesa Técnica para el Cuidado del Río Madre Vieja, en Escuintla, ha logrado que las empresas bananeras, cañeras y de palma siembren más de 70 mil árboles, para garantizar que durante la época de lluvia no ocurran desastres, además de velar por mantener el caudal del afluente, manifestó el viceministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Carlos Ramos.
Desde 2016 cuando se creó dicha instancia, se han observado resultados positivos, y en la época seca se aprecia que el nivel del río se ha mantenido. Las personas tienen agua suficiente, lo cual no ocurría en otros tiempos, afirmó el funcionario.
Según el director del Instituto del Cambio Climático, Luis Reyes, durante dos años se ha monitoreado el comportamiento del río Madre Vieja, que nace en Quiché, pasa por Quetzaltenango, cruza Nueva Concepción y Tiquisate, Escuintla.
Su recorrido es de aproximadamente 70 kilómetros, desde la parte más alta hasta la desembocadura en el océano Pacífico, explicó Reyes.
“En el río están colocados unos aparatos que se llaman molinetes, los cuales miden la cantidad de agua que pasa. Además, se usan censores hidrométricos que proporcionan información, cada 15 minutos, sobre el espejo del agua”, concluyó Reyes.
Siembran árboles
Se tiene un acuerdo con las empresas propietarias de fincas y con conexión al río de reforestar 30 metros con especies forestales nativas, durante un período de 3 años.
Desde 2017, las compañías de banano, palma y caña empezaron a reforestar 200 hectáreas, lográndose a la fecha 138 hectáreas, con aproximadamente 70 mil árboles, dijo el jefe Forestal del Ingenio Pantaleón, Roberto del Cid.