Una investigación científica interinstitucional se lleva a cabo en el río Achiguate, en Escuintla, con el fin de de evitar que baje más el caudal y siga cambiando su dirección natural, como consecuencia de diferentes fenómenos, especialmente por los 20 millones de metros cúbicos de sedimentos y material volcánico que cayeron en el afluente durante la erupción del volcán de Fuego el 3 de junio de 2018.
Esta situación pone en peligro el recurso para las comunidades, pues afecta la agricultura de la región, indicó Wotzbely Suárez, de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred)
Por ello, el Gobierno mantiene una mesa técnica conformada por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), la Conred, el Instituto Privado de Investigación sobre el Cambio Climático (ICC) y personal civil, para analizar las acciones pertinentes para la conservación del río.
Trabajan en diagnóstico de vulnerabilidad y medidas de prevención
El titular del MARN, Alfonso Alonzo, explicó que debido a la gran cantidad de sedimentos que cayó en el Achiguate, se estudia qué debe proceder antes de que comience el invierno, ya que el río podría salirse de su cause.
Las autoridades de la Gobernación Departamental de Escuintla y la Conred afirmaron que los municipios con alto riesgo a las inundaciones súbitas son La Democracia, Puerto San José, Siquinalá y Masagua, mientras que los más propensos a ser afectados por los lahares son Siquinalá, la cabecera escuintleca y Masagua, con impacto directo sobre 30 comunidades.
Entre otras acciones de prevención, las autoridades han organizado simulacros en la parte alta y baja del coloso de Fuego, para que las familias puedan actuar si ocurriera una emergencia, agregó Suárez.
En relación con el tema de infraestructura, el puente ubicado sobre el río Achiguate, en la ruta CA-2, es el más afectado, pues la acumulación de sedimentos provocó que este se encauzara en un pequeño espacio a un costado, generando algún tipo de vulnerabilidad.
Alex Guerra, director del ICC, explicó que entre los problemas se mencionan que el río se encauza y fluye más rápido de lo normal, pues el sedimento es abundante y crea espacios llamados islas a lo largo de más de 50 kilómetros.
Esta particularidad puede causar que en el momento de una crecida el agua se estanque y provoque inundaciones súbitas en las comunidades más cercanas al afluente.
