Más que estatuillas, esta gala nos dejó momentos inolvidables.
La noche del domingo, Hollywood vivió su celebración máxima con la 91 edición de los Óscar. Una gala muy repartida dejó como grandes ganadoras a Bohemian Rhapsody, con cuatro estatuillas; y a Green Book, Roma y Black Panther, con tres cada una. Sin embargo, más allá de los galardones, y que este año no hubo presentador, la ceremonia estuvo plagada de momentos inolvidables, que aún tienen a las redes sociales encendidas.
El momento más emocionante de los Óscar llegó de la mano de Bradley Cooper y Lady Gaga, quienes protagonizaron una actuación musical. Ambos subieron al escenario para cantar Shallow, de A Star is Born, que más tarde conseguiría el premio de mejor canción original. Al piano, volvieron a demostrar su buena química y que se les da bien tocar los sentimientos de la audiencia, que no deja de comentar su interpretación ni de usarla para memes.
Que el cineasta Guillermo del Toro entregara la estatuilla de mejor director a su compatriota Alfonso Cuarón, era de por sí significativo. Mas, el gran momento fue cuando Cuarón subió al escenario y ambos se abrazaron de forma efusiva y por un largo tiempo. Estos amigos y ganadores del Óscar han atravesado juntos buena parte de su camino por el séptimo arte, pues comenzaron en la década de los 80 dirigiendo episodios de la serie de televisión mexicana La hora marcada.
Otra gran escena que nos dejó la transmisión fue la de Olivia Colman al escuchar su nombre como ganadora del Óscar a la mejor actriz, por The Favourite. La británica no se consideraba favorita a una estatuilla que todos pronosticaban sería para Glenn Close (The Wife). Pues bien, sorpresas te da la vida, y la intérprete no llevaba un discurso preparado, por lo que sus palabras de agradecimiento fueron muy naturales, refrescantes, y hasta graciosas.
La productora Melissa Berton y la directora Rayka Zehtabchi recogieron el galardón al mejor cortometraje documental, por Period. End of the Sentence. El filme, que por cierto está en Netflix, aborda la lucha de un grupo de mujeres hindúes por normalizar la menstruación. “No lloro porque tenga el período, ¿eh? ¡Es que no me creo que una película sobre la menstruación acaba de llevarse un Óscar!”, dijo la cineasta.
En una gala tan repartida, llegamos al “último momento” sin poder pronosticar a la ganadora del Óscar a la mejor película. Julia Roberts fue la encargada de abrir el sobre y revelar a Green Book como acreedora del reconocimiento más importante de la ceremonia. Fue un shock para los propios productores y actores, y para el resto de competidores, como Spike Lee (BlackKklansman), quien incluso intentó abandonar la gala y expresó su descontento en la sala de prensa.