Entre los años 70 y 80 del siglo pasado, el Ministerio de Educación tenía un Departamento de Mantenimiento de Edificios Escolares, encargado de dar constante mantenimiento a todos los edificios educativos del país. Para ello contaba con carpinteros, albañiles, fontaneros, maestros de obra,
arquitectos e ingenieros.
También contaba con otro departamento que se encargaba de la construcción de escuelas con disposiciones específicas de acuerdo a la zona geográfica, climática y a la población en la que se debía construir el recinto.
En esta administración de gobierno, la cartera en cuestión se ha dedicado a reorganizar aquellas tareas que cumplían estos departamentos, que daban muy buenos resultados pero fueron suprimidos en los años 90.
El año pasado, el gobierno invirtió Q165 millones para remozar más de 3 mil 200 edificios escolares, con lo cual se benefició a miles de estudiantes de todos los niveles educativos en el país.
Para este año se ha planteado la necesidad de orientar recursos financieros para cumplir con el remozamiento de 4 mil escuelas que necesitan mano de obra para dejarlas en buenas condiciones, trabajo que se tendrá que realizar antes de que llegue el invierno, a mediados de año.
La cartera de Educación diseñó la Estrategia 2016-2019 para la atención de la infraestructura escolar en los niveles preprimario, primario y medio, con el propósito de mantener espacios dignos y saludables para la enseñanza y el aprendizaje.
En esta estrategia se argumenta que “la infraestructura educativa está sujeta a los cambios climáticos, fallas geológicas y eventos naturales adversos, lo que la hace permanentemente vulnerable, más aún cuando las edificaciones son antiguas.”
En 2017 se realizó el Censo de Infraestructura, para recabar la información necesaria para trazar el Plan Nacional de Inversión de la Infraestructura Escolar y, posteriormente, crear unidades departamentales que ayuden a la gestión, así como a la creación de manuales que deberán ser socializados para su conocimiento.