Nuevo México repliega a soldados asignados a frontera entre México y Estados Unidos.
La gobernadora de Nuevo México, Estados Unidos, Michelle Lujan Grisham, ordenó el retiro de la mayoría de los soldados de la Guardia Nacional asignados a la frontera con México, y rechazó la retórica de la administración del presidente Donald Trump sobre una “crisis” de seguridad.
La funcionaria demócrata indicó en un comunicado que solo algunos de los militares permanecerán en sus puestos, en particular en el condado de Hidalgo, que colinda con Texas, donde se ha registrado un alto índice de cruce de familias inmigrantes centroamericanas solicitando asilo político en los últimos meses.
Sin crisis
“Rechazo la afirmación de que existe una abrumadora crisis de seguridad nacional en la frontera sur, a lo largo de la cual se encuentran algunas de las comunidades más seguras del país”, dijo Lujan Grisham en el comunicado.
“Nuevo México no participará en la farsa presidencial de confinamiento de miedo en la frontera por el mal uso de nuestras diligentes tropas de la Guardia Nacional”, agregó la gobernadora.
También anunció el retiro de agentes que llegaron de otros estados, como Arkansas, Kentucky y Carolina del Sur.
Se estima que 118 soldados de la Guardia Nacional se encuentran asignados a Nuevo México, como parte de la misión de seguridad fronteriza dispuesta por Trump.
El anuncio de Lujan Grisham se da después de que el Pentágono ordenara, el fin de semana, el envío de 3 mil 750 soldados adicionales a la frontera con México para colocar otros 241 kilómetros de alambre de púas y proporcionar apoyo a los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.