Muestra proyectará en Guatemala trabajos de realizadoras internacionales.
Con el objetivo de visibilizar el trabajo de realizadoras, que abordan temáticas desde una perspectiva más íntima, surge la Muestra de cine hecho por mujeres. Trabajos de Latinoamérica, Europa y Oriente Medio integran una primera edición que se proyectará todos los martes a las 18:00, de hoy al 9 de marzo, en el Centro Cultural de España en Guatemala, 6a. avenida 11-02, zona 1. La admisión es gratuita.
Accesibilidad
La Muestra de cine hecho por mujeres busca crear espacios de debate y encuentro con una selección de películas provenientes de países como Costa Rica, México, España, Suecia, Turquía e Israel. Asimismo, ofrece “cine de arte” a distintas audiencias, explica la productora Pamela Guinea, coordinadora general del proyecto.
De acuerdo con Guinea, esta colección pretende promover aquellas piezas que no son del interés de los exhibidores comerciales. “El resultado es la poca accesibilidad que tenemos a trabajos galardonados en los festivales más importantes del mundo, como Berlín, San Sebastián, Cannes, Buenos Aires y Guadalajara, entre otros”, destaca.
Diálogo
La curaduría de esta edición, comenta Guinea, se basó principalmente en la calidad del filme. Aunque también influyó la temática que abordan, pues la iniciativa intenta propiciar el diálogo. Los derechos sexuales, la salud reproductiva, la construcción de identidad y la igualdad de género protagonizan estos largometrajes.
Entre las cintas que forman parte de la selección está Medea, la ópera prima de Alexandra Latishev, elegida para representar a Costa Rica en los Óscar y Goya de 2018. También Tesoros, de la mexicana María Novaro, quien, con imágenes coloridas, muestra a un grupo de niños que descubren el optimismo, la solidaridad y la imaginación.
La Muestra de cine hecho por mujeres, además, nos traslada hasta Asia con Mustang, de la realizadora Deniz Gamze Ergüven, y con Bar Bahar, dirigida por Maysaloun Hamoud. “Es un tipo de filmografía que no viene seguido a Guatemala, pero que nos permite ver que las mujeres también podemos contar nuestras propias historias”, expone Guinea.