Las legumbres y hortalizas, cardamomo y frutas, registraron una mayor demanda en los mercados internacionales.
A pesar de la caída en el precio del azúcar y el café en el mercado internacional, el sector agrícola guatemalteco cerró en 2018 con un crecimiento del 2.7 %, según estimaciones del Central American Business Intelligence (CABI).
De este grupo de alimentos, las legumbres y hortalizas destacaron con un incremento del 23.8% en su valor interanual a noviembre, al pasar de US $157 millones (Q1.2 millardos) a US $194 millones (Q1.5 millardos). En contraposición, el azúcar tuvo la mayor caída (25 %), aunque generó US $572 millones (Q4.4 millardos) en ingresos.
En este sentido, la Cámara del Agro de Guatemala (Camagro) indicó que la recuperación de las exportaciones al final de 2018 se vio directamente beneficiada por la depreciación del tipo de cambio, que acumuló un crecimiento interanual del 5%.
“El tipo de cambio jugó un papel relevante en el desempeño de las exportaciones, además de evitar una caída aún más grave, mientras que el crédito al sector privado incrementó su correlación con el desempeño productivo del sector al igual que la tasa activa del sistema financiero nacional”, indicó el CABI.
Principal productor
Otro de los cultivos que registró una alta demanda fue el cardamomo, pues tuvo un incremento del 16.8 %, al representar US $371 millones (Q2.8 millardos).
“Guatemala es el principal productor mundial de este cultivo, que es demandado principalmente por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, y su producción impacta en la economía de 350 mil familias”, expresó Jorge Mario del Cid, presidente del Comité de Cardamomo de la Asociación Guatemalteca de Exportadores.
En tercera posición se ubicaron las frutas frescas, secas y congeladas, al obtener un crecimiento del 10.3 %, el cual generó US $291 millones (Q2.2 millardos). Por otro lado, las ventas de caucho natural tuvieron una baja del 16.6 %, mientras que el café acumuló una caída del 9.4 %.
Proyecciones
Para este año, el Banco de Guatemala proyecta que la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca tendrán un incremento de 2.9 %, debido al crecimiento previsto de los cultivos tradicionales, particularmente, por la recuperación en la producción de banano y por mayores niveles de producción en los cultivos de café y cardamomo.
“En 2018, el sector agrícola se vio muy afectado por la volatilidad en los costos, pero ahora las perspectivas económicas son optimistas. En el ámbito externo se percibe un mejor panorama para el comercio exterior, y en el interno, el que se haya congelado el salario mínimo ayudará a mantener empleo y a reducir las pérdidas de las empresas”, expresó Nils Leporowski, presidente de la Camagro.
El CABI prevé un incremento en el valor del azúcar y café, este último que redujo su valor a niveles históricos por debajo de los US $100 el año pasado, fundamentado en cambios en el real brasileño.
Solicitan propuestas
Políticas públicas y leyes en materia económica que contribuyan a elevar la competitividad del país es uno de los requerimientos que socios de la Cámara del Agro de Guatemala solicitan a las autoridades de Gobierno que resulten electas en las votaciones generales de este año.
Los entrevistados señalaron que el Organismo Ejecutivo debe enfocarse en la política económica de productividad y competitividad, y programas de desarrollo sectoriales, mientras que el Legislativo debe impulsar leyes para ampliar y mejorar la cobertura y la calidad de la red vial del país, que simplifiquen el pago y cobro de impuestos, y contribuyan a fiscalizar el gasto público.
A su vez, desde lo local los alcaldes y concejos municipales deben centrarse en la gestión de temas relacionados con el uso del agua, programas de desarrollo económico y generación de empleo, así como reparación de calles y caminos rurales.