La Carrera de los Barrios tuvo a ganadores chapines.
Al cruzar la meta, en el interior del Estadio Doroteo Guamuch Flores, el rostro de Alberto González tuvo una metamorfosis instantánea: se le borró el gesto de agotamiento y apareció una sonrisa. Fue el mejor intérprete de la 82 edición del Medio Maratón Max Tott.
La dureza de la topografía hizo que González sometiera su cuerpo a un mayor esfuerzo, justo cuando desaparecía la bruma y el sol se asomaba. Salió espabilado de la avenida Juan Chapín, en la zona 1, junto a otros 10 y, en el puente La Asunción, zona 5, se soltó. Volteaba su mirada a cada rato y no había rival acechándolo. Se devoró el ascenso del bulevar Austríaco en soledad, desfiló el resto del recorrido luchando él solo, ahora contra la superficie y aferrándose a la fuerza mental para cumplir con los presagios.
Y cada obstáculo fue aplacado a ritmo de zancadas, y la superioridad se notó en los marcajes finales, pues superó por 1 minuto exacto a José González y por 1 minutos y 57 segundos a Williams Julajuj.
Chalí hace lo suyo
El espíritu ganador de Merlin Chalí pareciera que está de vuelta. La amatitlaneca hizo lo propio en la rama femenil y volvió a vencer a su archirrival, Heidi Villegas, ambas protagonistas de inobjetables espectáculos sobre el asfalto.
Aunque esta vez Chalí, al igual que su colega González, dominó de principio a fin con una estrategia que fue correr a modo de rayo en los primeros 2 kilómetros para luego manejar a su antojo el resto del tramo. La Max Tott tuvo sello chapín, aunque en esta edición no hubo competidores africanos.