Mandatarios de seis países escucharon la misa del papa Francisco, en Panamá.
El presidente Jimmy Morales y la primera dama, Patricia Marroquín, participaron ayer junto a sus homólogos de El Salvador, Honduras, Costa Rica y Portugal, en la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se realizó en el Metro Park, en Ciudad de Panamá.
“De modo particular quiero agradecer la presencia en esta celebración del señor Presidente de Panamá, Juan Carlos Varela Rodríguez, como también la de presidentes de otras naciones y la de las demás autoridades políticas y civiles”, expresó el papa Francisco.
Morales y su esposa arribaron a Panamá el sábado por la noche, y ayer retornaron al país.
El mensaje a los jóvenes
El máximo jerarca de la Iglesia Católica instó a no menos de 700 mil jóvenes, de 150 países, a poner por obra el sueño que Dios les dio y no dejarse engañar por la ficción de la alegría, aquella que los tranquiliza y adormece para que no hagan ruido, no pregunten ni cuestionen.
“E incluso a ustedes, queridos jóvenes, les puede pasar lo mismo cada vez que piensan que su misión, su vocación, que hasta su vida es una promesa tan solo para el futuro y nada tiene que ver con vuestro presente, como si ser joven fuera sinónimo de sala de espera de quien aguarda el turno de su hora”, manifestó.
El ruego del Papa
Las víctimas de los recientes atentados en la Catedral de Joló, en Filipinas; las de la Escuela de Policía General Santander, en Colombia, y las que dejó la ruptura de la presa minera en Brasil fueron recordadas por el sumo pontífice durante la oración del Ángelus, que realizó junto a jóvenes de la Casa Hogar del Buen Samaritano, en Panamá. “Necesitamos mantener vivo el recuerdo del pasado y aprender de las páginas negras de la historia, para no volver a cometer nunca más los mismos errores”, dijo el Papa, insistiendo en que se debe cultivar sin descanso la justicia, aumentar la concordia y sostener la integración. La crisis política por la que atraviesa Venezuela también fue uno de los temas que abordó el Santo Padre.
Encuentro con jóvenes guatemaltecos
“Más que agradecido por esta gran bendición que Dios me dio. ¡Pude estrechar la mano del Papa!”, escribió en su cuenta de Facebook Cristian Aguirre, uno de los jóvenes guatemaltecos que participó en la Jornada Mundial de la Juventud, en Panamá.
Aguirre fue parte de un grupo de peregrinos que estuvo frente al papa Francisco y le regalaron un sombrero conmemorativo de Esquipulas. En este encuentro también participaron 11 obispos de la Conferencia Episcopal de Guatemala, entre ellos monseñor Álvaro Leonel Ramazzini Imeri, monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez, monseñor Ángel Antonio Recinos Lemus y Rosolino Bianchetti Boffelli.