El cuerpo del niño guatemalteco Felipe Gómez Alonzo, de 8 años, quien falleció en Nochebuena bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza estadounidense, fue repatriado anoche de Estados Unidos.
El féretro del menor llegó e a la aduana del Aeropuerto Internacional La Aurora, en donde fue recibido por el vicecanciller, Pablo César García Sáenz.
El traslado del féretro del menor a la aldea Yalambojoch, Nentón, Huehuetenango, de donde era originario, fue realizado por una delegada de la Cancillería para la entrega a los familiares de Gómez Alonzo.
Junto a su padre, Agustín (de 47 años), el menor fue detenido el pasado 18 de diciembre en El Paso, Texas, pero ambos habían sido trasladados a la estación migratoria de la Patrulla Fronteriza en Alamogordo.
Según el reporte de las autoridades estadounidenses, Felipe Gómez padecía supuestamente de una fiebre y un resfriado común, por lo que fue ingresado al centro asistencial la tarde del 24 de diciembre, de donde fue dado de alta 90 minutos después bajo receta médica.
Sin embargo, fue ingresado nuevamente por la noche al hospital donde falleció minutos antes de finalizar la Nochebuena.
Tres días después del fallecimiento de Felipe Gómez, la segunda muerte de un menor migrante guatemalteco en poder de la Patrulla Fronteriza en menos de un mes, la Cancillería de Guatemala solicitó a Estados Unidos que investigara el deceso.
Pero hasta el momento se desconocen los resultados de esa investigación, igual que los de la niña de 7 años Jakelin Caal Maquín, quien fue enterrada el día de Navidad en la recóndita comunidad de San Antonio Secortéz, Raxruhá, Alta Verapaz. Con información de EFE