El portugués Cristiano Ronaldo anotó ayer el gol decisivo para ganar 1-0 al Milan, en la Supercopa italiana, y conquistar su primer título como juventino, lo que dejó sin venganza al argentino Gonzalo Higuaín, quien empezó en el banquillo.
Cristiano definió el encuentro, disputado en el estadio King Abdullah de Yeda, en Arabia Saudí, con un cabezazo al minuto 61, y hundió a un Milan en el que el Pipita, en medio de una tormenta por su futuro, solo disputó 20 minutos sin tener ocasiones de gol.
El portugués volvió a poner su firma en una gran vitrina, en un partido que suponía una oportunidad para el ex Higuaín para vengarse por su salida de la Juventus el pasado verano, y que puede quedarse como la última amarga página en su breve trayectoria en el Milan, ya que el interés del Chelsea en él se hace cada vez más insistente.