Conozca el conjunto escultórico que acompaña a la imagen.
Hoy, la Basílica de Esquipulas se viste de fiesta, fe y devoción. Como cada año, miles de visitantes se acercarán a ese templo para venerar al Cristo Negro, una pieza atribuida al escultor Quirio Cataño. Aunque el Milagroso Señor de Esquipulas llegó a su hogar en 1595, desde el siglo XIX lo acompaña un conjunto escultórico, compuesto por las imágenes de la Virgen Dolorosa, María Magdalena y San Juan, de autor aún desconocido.
Características
El Cristo Negro fue tallado en madera con policromía y encarnado en tonalidades oscuras. En madera también fue hecha la cruz, que cuenta con un repujado de plata en su cubierta. Mas, la Virgen Dolorosa, María Magdalena y San Juan difieren de la obra principal, pues imitan la piel en policromía y en estofe, con láminas de oro en sus vestiduras, indica Aura Rosa de Flores, jefa del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Muebles (Cerebiem), del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala.
Al tratarse de piezas “dolorosas”, explica de Flores, este conjunto escultórico se caracteriza, además, por tener rasgos delgados, con expresiones tristes y lágrimas: “Representan la compasión y el dolor que vivieron los personajes. De alguna manera, la escultura se convierte en una dramatización de lo que ocurrió”.
Proceso de restauración
Entre 1995 y 1997, integrantes del Cerebiem viajaron a
Esquipulas, Chiquimula, para comenzar el proyecto de restauración de estas imágenes, impulsado por monseñor Rodolfo Quezada Toruño. “La idea siempre es mantener al máximo la obra original, por lo que al momento de intervenir se buscaron materiales de la misma calidad”, comenta de Flores, quien coordinó dicho plan.
La conservadora dice que para el proyecto fue necesario conocer las características del conjunto, para evitar caer en una intervención poco ortodoxa, que no respetara su singularidad. Cerebiem contó con el apoyo de los restauradores Ramiro Irungaray, Jorge Carillas y Carlos Paniagua, mientras que Miguel Melgar se encargó de la pintura. La fusión de técnicas, agrega, era necesaria, para culminar el trabajo exitosamente.