Argentina, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de granos, sufrió en 2018 una de las peores sequías en décadas, un fenómeno que no solo golpeó al campo sino a toda la economía, pero el sector agropecuario espera recuperarse en 2019 de la mano de una cosecha que se prevé récord.
Los avatares climáticos le jugaron este año una mala pasada al país sudamericano, que tiene en la actividad agropecuaria y en su inmensa industria de derivados uno de los puntales de su economía.
Según datos oficiales, por la sequía, la peor registrada en los últimos 50 años, Argentina vio recortado su desempeño económico en cerca de un punto porcentual del Producto Interno Bruto (PIB), que cerrará 2018 con una caída del 2.4%, con una reducción de las exportaciones equivalentes a US$8 mil 500 millones.
Con previsiones de un clima más benigno, el Gobierno de Mauricio Macri hizo públicas el mes pasado las proyecciones oficiales para la campaña agrícola 2018-2019, que traen buenas noticias para el campo, convalidadas por pronósticos de consultores privados.
Según los datos de la Secretaría de Agroindustria, la próxima cosecha sería la mayor de la historia, con una recolección récord de 140 millones de toneladas, un 25% más que lo obtenido en el ciclo 2017-2018. • EFE