En lo que va de 2018, las autoridades de Honduras han destruido un total de 59 pistas de aterrizaje clandestinas usadas por narcotraficantes, para llevar cocaína y otras drogas a México y Estados Unidos, según informó una fuente oficial.
Según la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional de Honduras (Fusina), 58 de las pistas inhabilitadas fueron localizadas en el departamento de Gracias a Dios, fronterizo con Nicaragua, y la otra en el departamento de Cortés, norte del país.
La mayoría de pistas que se inhabilitaron se encontraban en sectores de Brus Laguna, Llanos de Rapa y Wampusirpe. El Gobierno puso en marcha en 2014 un escudo aéreo, marítimo y terrestre contra el tráfico de drogas en el Caribe, lo cual ha permitido reducir la entrada de cocaína al país.
El escudo aéreo fue impuesto por Honduras de manera unilateral, mientras que el marítimo cuenta con el apoyo de Estados Unidos a través de un guardacostas en aguas internacionales colindantes con las del país centroamericano en el Caribe. Agentes de la Policía Nacional, la Policía Militar de Orden Público y otras instituciones desarrollan el escudo terrestre.