Religiosos y responsables de albergues en Arizona, Estados Unidos, que reciben a indocumentados liberados por las autoridades migratorias, solicitaron ayuda para dar atención médica a los “muchos” que llegan enfermos.
Pastores religiosos al frente de refugios reciben cada día hasta un centenar de indocumentados, en su mayoría centroamericanos, que son puestos en libertad en estaciones de autobuses por las autoridades, mientras se desarrolla su caso en una corte de inmigración.
“Vienen muchas personas enfermas, los tienen por días en celdas muy frías, les quitan los suéteres. Como no les proveen agua en botellas, tienen que tomar de los lavabos del baño, pero esta tiene cloro, por lo que prefieren no tomarla, y la mayoría presenta cuadros de deshidratación”, dijo el pastor de la Iglesia Nueva Esperanza,
Israel Camacho. Phoenix, EFE