Por un final feliz

Bryan Anton1

Orientales añoran el bicampeonato; los cremas, terminar con la sequía de 3 años sin títulos.

Guastatoya inclinó la serie a su favor, con un toque de astucia, de viveza, en un fortín ajeno que parecía impenetrable, y con futbol no deleitable, sí decisivo, se ha puesto la etiqueta de favorito para quedarse con el título, mañana.

El Estadio David Cordón Hichos, la catedral de los pechoamarillos, aguarda por ver a los suyos en su césped, en sus graderíos, festejar por segunda vez en el año una copa, que, de ser así, ratificaría su papel hecho a lo largo de la fase regular.

Pero para Comunicaciones el futbol al final dicta una sentencia, y aunque no llega con los deberes hechos, es en este escenario en donde se jugará su última carta para dirimir el futuro de un equipo que aspira a recuperar su sitio.

“Con un gol que anotemos”, decía el zaguero blanco Elías Enoc Vásquez el miércoles, desde la banca, cuando su equipo estaba en desventaja 0-2, y el deseo se le cumplió porque eso ilusiona con una remontada. Los capitalinos se la juegan a todo o nada y no pueden fallar, si en verdad aspiran a romper con la sequía de 3 años sin títulos, y para firmarlo deben ganar por 2 goles de diferencia o por lo menos convertir 1 para obligar al alargue.

Porque en los momentos más difíciles es cuando se saca el lado más brillante, y a los cremas ese factor los ha respaldado en momentos de debilidad; sin embargo, a los guastatoyanos no hay que subestimarlos, principalmente en su casa.

Es hora de que los orientales apelen a su estirpe futbolística y mantengan el reinado, o bien que los cremas salgan de la cloaca y reivindiquen el legado que los caracteriza como uno de los equipos más laureados del ámbito nacional.

La historia perfecta, ¿quién la contará? El borrador de Guastatoya tiene un argumento atractivo, el necesario para culminarla de una forma brillante. El de Comunicaciones es de terror, espeluznante, pero cuenta con 90 minutos, o más, para tratar de darle un final feliz.