Debemos defender todos –graníticos– el derecho de elegir y ser electos que solamente el elector–con su voto soberano– debe decidir sobre los futuros gobernantes.
Las zancadillas y triquiñuelas –las arbitrariedades– tan solo sirven de aliento para aquellos que buscan el poder por otras vías, tragedia que ya vivimos y que no debe repetirse.
Faltan las asambleas y, en consecuencia, los candidatos de los siguientes partidos, Partido de Avanzada Nacional, (PAN), partido con el que Álvaro Arzú alcanzó la Presidencia; Partido Bienestar Nacional (BIEN); Partido UCN, único partido que logró ganar una elección presidencial en un departamento, Jalapa, su candidato fue Mario Estrada, sobre las fuerzas mayoritarias, a nivel nacional; Partido Compromiso, Renovación y Orden (CREO), partido que en las elecciones pasadas formó coalición con el Partido Unionista; VICTORIA, partido que tuvo un origen municipal, en Mixco; Partido Liberal de Guatemala (PL); Partido AVANZA y Partido LIBRE.
El Partido Movimiento para la Liberación de los Pueblos –agrupación que tiene su origen en CODECA–, más que en las elecciones generales, elecciones en que, como todo partido, se encuentra obligado a participar parece centrar su interés en llegar a la formación de un nuevo orden constitucional a través de una asamblea nacional constituyente (“Asamblea Nacional Constituyente Democrática y Popular”). Asamblea que para poderla convocar dentro del orden constitucional vigente precisa de una mayoría parlamentaria en el Congreso de las dos terceras partes del total de diputados que lo integran –106 de 158 diputados–, una mayoría difícil de alcanzar y reforma constitucional que permita que esta aborde todas las materias, siendo bueno señalar que, si no se reforma previamente el artículo 157 de la Constitución, artículo que determina la forma en que se elige a los diputados que integran el Congreso, la citada asamblea tendría que integrarse por diputados electos de la misma firma: listado nacional de diputados, listados distritales, distritos inmensos, forma de adjudicar los cargos que difícil de comprender para los electores y –la guinda del pastel– monopolio de los partidos políticos para postular candidatos…
En otras palabras: Más de lo mismo. Sin la reforma del artículo 157 de la Constitución Política de la República –única reforma necesaria– y la instrucción con esta del sistema de los distritos pequeños, usted no llegará a saber nunca quién es SU diputados, así como tampoco sabrá quién es el suyo ningún elector. Estamos ya a las puertas de las elecciones generales y, sin haberse reformado el artículo 157, la forma de elegir a los diputados que lo integran, poca esperanza puede tenerse en el Congreso, en sus manos el Presupuesto y las leyes, ya que el problema de la crisis de representatividad que sufre la determina el sistema, lleguen quienes lleguen al Congreso.
La reforma del 157 nos daría el Sistema de los Distritos Pequeños para elegir diputados –160 únicos distritos– en que quedaría dividido el territorio nacional, incluidos los correspondientes a población migrantes; distritos pequeños de los que cada uno elige un solo diputado y, sin fórmulas raras se adjudica el cargo ¡horror! al candidato que obtiene más votos, pudiendo inscribirse como candidato a diputado en el distrito todo ciudadano que quiera hacerlo, sin necesidad de que le postule un partido político; eliminados para siempre el listado nacional y los listados distritales.
Sistema, el de los distritos pequeños, que permite saber al lector quién es SU diputado, diputado con mandato de dos años, siempre a las puertas de la siguiente elección, la garantía de fidelidad a los intereses, principios y valores de sus electores quienes, con su voto, le reeligieran –o no– dependiendo de su correcto desempeño.
Concluyo, volviendo al tema original de esta columna y dejo de insistir sobre la reforma del 157 y lo que hubiera podido ser esta elección con un sistema distinto para elegir a los diputados que integran el Congreso –el sistema de los distritos pequeños– haciendo, puesto que no lo tenemos esta necesaria prevención: pongamos en la elección de diputados el mayor de los cuidados para que –a pesar del pésimo sistema– logremos la mejor elección posible.
El quinto binomio presidencial ha sido proclamado, binomio de peso completo que integran Sandra Torres y Carlos Raúl Morales, candidatos postulados por la Unidad Nacional de la Esperanza y que nos permiten afirmar que, si nos tomamos la molestia de hacerlo, tendremos la opción de votar por los mejores. A las proclamaciones ya habidas, seguirán muchas otras y rica será la oferta para que libremente podamos escoger, existiendo una sombra –eso sí– que, cuanto antes, debemos superar, la de la mordaza que se ha puesto a este proceso con la pésima norma de la “campaña anticipada” y sus peores “interpretaciones”, al extremo de que ya hubo “analista” e “intérprete” que sugirió que podría haber campaña anticipada porque Sandra Torres, en su discurso de proclamación como candidata se refirió a algunas acciones que se propone como gobernante… colmo ya de colmos que puede seguir creciendo si la Corte de Constitucionalidad no nos restituye –YA– la libertad de emisión del pensamiento vulnerada por las reformas hechas a la Ley y por sus cada vez más absurdas
“interpretaciones”.
