La alta concentración de contaminantes en los suelos es una de las mayores amenazas para la salud por el riesgo de que esas sustancias pasen a la cadena alimentaria y acaben afectando a las personas, indicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Coincidiendo con el Día Mundial del Suelo, la directora general adjunta de la FAO, Maria Helena Semedo, subrayó que el suelo actúa como filtro para los contaminantes, pero si se supera su capacidad amortiguadora, dichos elementos pueden llegar al medioambiente y los cultivos.
Miles de químicos entran cada año en contacto con los suelos, donde se vierten también cantidades ingentes de basura, que podrían reciclarse en un 80 %. Semedo alertó que el estado de los suelos se está deteriorando “a un ritmo alarmante”, y que actualmente un tercio de todos ellos están degradados, por lo que llamó a restaurarlos para garantizar la calidad de los alimentos, el agua potable y los hábitats saludables. Un tercio del plástico termina contaminando los suelos, mientras que casi el 60 % de los mejores suelos agrícolas en 11 países europeos contienen residuos de pesticidas persistentes.
El presidente de la Unión Internacional de las Ciencias del Suelo, Rattan Lal, llamó a estabilizar los elementos tóxicos potenciales del suelo mediante técnicas biológicas.
Lal instó a restaurar la materia orgánica, abonar el campo con el estiércol animal y recuperar los residuos vegetales con el fin de “devolver al suelo” la biomasa que se le extrae. “Un suelo con vida siempre crea las condiciones ambientales para la vida”, sostuvo el experto.