El Tribunal B de Alto Impacto, presidido por Jeaneth Valdés, dictó una sentencia condenatoria de 372 años de prisión en contra de Eduardo Villatoro Cano, alias Guayo Cano, tras encontrarlo culpable de 13 asesinatos, entre estos de 9 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) en Salcajá, Quetzaltenango.
Las juzgadoras encontraron evidencias de la participación de Guayo Cano en los hechos, y lo declararon culpable de cometer los delitos de asociación ilícita, asesinato, asesinato en grado de tentativa, robo y tráfico y almacenamiento ilícito. Además, se le señaló como líder de la estructura criminal que el 13 de junio secuestró al subcomisario César Augusto García, quien posteriormente fue hallado desmembrado.
En una de las escuchas reproducidas por la Fiscalía durante el juicio, Cano aseguró que la matanza fue en venganza por el robo de 740 mil dólares atribuido a los policías asesinados. Cano, quien escuchó la sentencia por videoconferencia en la prisión del Mariscal Zavala, donde está recluido, fue detenido el 4 de octubre de 2013 en Tuxtla Gutiérrez (México), y deportado a Guatemala.
Otros 21 integrantes de la organización liderada por este criminal fueron condenados a penas de prisión de entre 6 y 225 años, por diferentes delitos.