El arte de Banksy, una exposición itinerante con 80 obras del enigmático artista británico del grafiti y curada por quien fue su representante, Steve Lazarides, llega a Miami, su primera escala en EE.UU., precedida de la polémica.
“Es un concierto de rock hecho arte“, dice a Efe Vicente Fusco, uno de los productores de Starvox Exhibit, que se asoció con Live Nation, compañía de eventos en vivo, para presentar en Norteamérica esta exposición única de alguien que no solo despierta interés artístico, sino intriga.
Con la etiqueta de “Colección privada. No autorizada” estampada en todos lados, la exposición abre mañana, sábado, sus puertas al público en los Magic City Studios, un enorme hangar dedicado a la celebración de grandes eventos.
Banksy, un artista callejero y activista político que se ha propuesto mantener oculta su identidad a pesar del éxito de sus obras, ha hecho saber desde su página web que la “reciente serie de exposiciones” que llevan su nombre no ha sido consensuada con él y ha sido organizada sin su “conocimiento o implicación”.
Por ello, ha pedido a sus seguidores que traten esas exposiciones “como corresponde”.
Al respecto Vicente Fusco subraya que Banksy tiene razón al decir que la exposición no tiene que ver con él, pues las obras expuestas, a pesar de ser de su autoría, ya no le pertenecen.
Sus dueños son coleccionistas del “Reino Unido, de Hong Kong, de Estados Unidos y otros lugares” que las adquirieron en subastas y “han decidido compartirlas con el público”, dice el directivo mexicano mientras recorre una exposición que permite ver en un solo sitio obras que están repartidas por todo el mundo.
*EFE