A la defensiva, y con semblantes endurecidos, salieron ayer Wálter Claverí y David Gardiner, entrenadores de las Selecciones Mayor y Sub-20 de futbol de Guatemala, a ofrecer una conferencia de prensa en la cual manifestaron que continuarán al frente de los cargos designados por la Federación Nacional de Futbol.
Gardiner, quien volvió con las manos vacías del premundial de la Concacaf, donde se esperaba que al menos consiguiera la calificación para la segunda ronda, solo pudo obtener un segundo lugar detrás de El Salvador, razón por la cual se consideró un fracaso en su momento.
Claverí ofreció una serie de justificaciones después de la deshonrosa goleada 7-0 que le propinó Israel la semana pasada y que deja en entredicho su gestión al frente de la azul y blanco por parte de la opinión pública, que reclama buenos resultados.
El estratega reconoció que “fue un error” haber aceptado el juego contra Israel y trató de enmendar la plana acusando al jet lag por el mal desempeño de sus dirigidos; sin embargo, estudios indican que las personas en buen estado físico no debería de sufrir este síndrome, toda vez que esto ocurre con las selecciones de Brasil, Argentina, Chile y Uruguay, entre otras, que constantemente viajan al Viejo Continente para foguearse.
La actitud del técnico nacional se refleja en el cambio de orden, pues manifestó que solamente se dirigirá a los medios por conferencias de prensa y no dará entrevistas individuales.