Por: Carissa F. Etienne,
Directora, Organización Panamericana de la Salud
Chris Elias, Presidente
de Desarrollo Mundial,
Fundación Bill y Melinda Gates
Por décadas, las Américas han liderado al mundo en la eliminación de las enfermedades infecciosas.
La primera en eliminar fue la viruela en 1971, la poliomielitis en 1994 y la rubéola en 2015. Estos éxitos se deben al compromiso de muchos países de utilizar un enfoque de Atención Primaria de Salud, para responder a las necesidades de salud de las comunidades. Un primer nivel de atención fuerte es la columna vertebral para una vigilancia y notificación efectiva de las enfermedades, esencial para crear salvaguardas contra enfermedades transmitidas por mosquitos, como dengue o chikungunya. Además, pueden desempeñar un papel clave en eliminar el paludismo.
Hoy estamos más cerca de eliminar la malaria en las Américas. Este año, la OMS certificó a Paraguay como libre del paludismo. Argentina y El Salvador pueden ser los siguientes en sumarse. Belice, Costa Rica y Suriname han registrado menos de 100 casos de transmisión local en 2017. Pero a medida que nos acercamos a la eliminación, hay un nuevo peligro: los gobiernos que confían en que el fin está cerca, podrían desacelerar sus esfuerzos.
Muchos países están dando buenos modelos de cómo librar esta lucha. En 2015, Haití y República Dominicana lanzaron la Alianza Malaria Cero, con apoyo de la OPS, los CDC de los Estados Unidos, el Centro Carter y otros. USAID ha apoyado a la OPS en implementar cooperación técnica para el Plan de Acción para la Eliminación de la Malaria, 2016-2020. Este año, el BID y socios crearon la Iniciativa Regional de Eliminación de la Malaria, un mecanismo de financiación y asistencia técnica que ayudará a Belice, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá con la eliminación para 2022. El tratamiento actual requiere tomar píldoras durante 7 a 14 días. El nuevo tratamiento en testeo podría curar el vivax con una dosis más simple. Una de cada 10 personas en las Américas todavía puede contraer paludismo. Si trabajamos juntos, tenemos la oportunidad de hacer algo que se consideraba imposible: acabar con la malaria para siempre. Para leer más información relacionada a este artículo ir a www.paho.org