La economía mundial ha alcanzado su pico en 2018, y comenzará el año que viene una desaceleración, como consecuencia de las tensiones comerciales, condiciones financieras más estrictas y la subida de los precios del petróleo, advietió ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El panorama perfilado por la OCDE en su informe semestral sitúa en el 3.7 % el avance del Producto Interior Bruto (PIB) global en el presente período, mismo porcentaje que en su análisis interino de septiembre, y lo baja 2 décimas para 2019, hasta el 3.5 %, igual que para 2020.
“El mundo ha evolucionado, y hay nuevos desafíos, pero el proteccionismo no es la respuesta. No vemos ganadores en las guerras comerciales, solo perdedores”, señaló el secretario general de la entidad, Ángel Gurría.
Hay incertidumbre
La entidad admite que aunque las condiciones del mercado laboral siguen mejorando, el crecimiento de la inversión y del comercio ha sido más suave y la confianza no acaba de despegar.
Su economista-jefe, Laurence Boone, recalcó que la tensión comercial ha aumentado la incertidumbre para los negocios, sobre todo en zonas estrechamente vinculadas con Estados Unidos y China, y alerta también de un alza de la incertidumbre política y geopolítica en Europa, Oriente Medio y Venezuela.
Las naciones asiática y norteamericana no escapan a la ralentización, pues China tendría un crecimiento del PIB del 6.6 % en 2018 y del 6.3 % en 2019, una décima menos que en septiembre, en ambos casos, y EE. UU. 2.9 % y 2.7 %, lo que en los 2 casos se mantiene invariable.