Expertos de distintas organizaciones y de las instituciones europeas debatieron medidas contra la explotación infantil y el trabajo forzoso en la industria del algodón, en un taller donde presentaron un proyecto cofinanciado por la Unión Europea (UE) con 7.5 millones de euros.
Esta iniciativa, en la que también participan la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es impulsada con motivo de la celebración del Día Universal del Niño.
El proyecto tiene por objeto erradicar las actividades laborales forzosas en la cadena de valor del algodón, y se centra en países como Perú, Burkina Faso, Mali y Pakistán.
El director de la oficina de Bruselas de la FAO, Rodrigo de Lapuerta, explicó en la presentación que el 71 % del trabajo infantil se da en el sector agrícola, donde actualmente participan unos 108 millones de niños, según las estimaciones de la OIT.
“La mayoría del trabajo infantil es familiar no remunerado que tiene lugar en zonas agrícolas muy remotas y de difícil acceso, por lo que debemos concienciar a las familias de que estas labores son dañinas para la salud, la educación y el bienestar de los niños”, destacó De Lapuerta.
El proyecto, conocido en inglés como Clear Cotton project y que ya está en marcha, se prolongará por un período de 4 años y está previsto que finalice en febrero de 2020.
Una de las medidas que contempla es reforzar la capacidad de los países y de las organizaciones de trabajadores, para eliminar el trabajo infantil y forzoso en la producción del algodón y los textiles.
Se busca empoderar a los pequeños productores de algodón y a los trabajadores, para que puedan salir de la pobreza en condiciones “decentes” y con el respeto “pleno” de sus derechos, explicó, por parte de la OIT, Badra Alawa.
La eurodiputada de Podemos Lola Sánchez indicó que el cultivo de algodón “no es rentable” para los productores y sus familias, que a veces ganan “menos de dos dólares al día”, a lo que hay que añadir los daños nocivos para la salud por los pesticidas que se emplean en las plantaciones.