De niño, Gerardo Gálvez sufrió poliomielitis, una enfermedad que hizo que sus padres lo mantuvieran alejado de las aventuras propias de la infancia. Fue así como, indagando en las colecciones de discos de sus hermanos mayores, encontró en la música su gran afición. Abogado de profesión, pero melómano de corazón, el guatemalteco plasma “el arte de escuchar” en Musikón. El libro, que cuenta con prólogo del violonchelista y compositor Paulo Alvarado, se presenta hoy a las 20:00 en Saúl L’Osteria, 4a. avenida 10-41, zona 10.La entrada es libre.
Con aire vintage
En 75 páginas, cubiertas de una tonalidad amarilla que aporta un aire vintage, Gerardo Gálvez expresa su amor por el mundo sonoro y, específicamente, por el rock progresivo. “El título incluye textos acerca de la música que colecciono. Traslado mis conocimientos respecto a materiales (discos y casetes), músicos y aparatosde sonido”, dice el conductor del espacio Musikón, que se emite los miércoles a las 20:00 por la emisora Radio Ati.
Referencias
A sus 58 años, Gálvez se describe a sí mismo como “un perfecto comensal de los platos que cocinan los músicos”. Por eso, en esta obra hace referencias a los artistas que le han “condimentado” su existencia. Entre ellos la agrupación Genesis, surgida a finales de los años 60; y el multinstrumentista británico Mike Oldfield.
En Musikón, el autor se ayuda de la prosa poética para transmitir sus vivencias melómanas. Pero también integra un par de cuentos que narran momentos clave en esta pasión: la primera vez que escuchó The Dark Side of The Moon, de Pink Floyd, y la ocasión en que vio la ópera rock Jesucristo Superestrella, en el cine Capri.
Compañeros de vida
Además de esta reversión a su juventud, Gálvez escribe acerca de la evolución que los instrumentos utilizados para escuchar música han tenido hacia el minimalismo. Con un poco de nostalgia, confiesa que disfruta recorrer las pocas tiendas de discos que aún quedan en el país. Para él, concluye, estos materiales son compañeros de vida.