Uruguay profundizó en su crisis y firmó una cuarta derrota consecutiva en un amistoso contra la Francia campeona del mundo, que cerró con triunfo su año más glorioso, gracias a un gol de penalti de Olivier Giroud (1-0).
Los de Óscar Tavárez, llenos de jugadores poco habituales, penan por encontrar el brillo que demostraban antes del Mundial y, salvo la victoria contra México en el primer duelo a la vuelta de Rusia, han perdido todos sus encuentros.
Era propicio el duelo contra la última campeona del mundo para que la primera recobrara ánimos. También el escenario, pero nada devolvió a los charrúas a la senda acostumbrada.
El equipo no recuerda nada al de las últimas glorias. Solo Cavani, que jugaba en su ciudad, pareció con un exceso de motivación, mientras el resto apenas rivalizó contra una Francia que cerraba su año más glorioso.
La fiesta no puede ser eterna y a Francia comienza a pasarle factura la resaca de la suya. En su estadio de referencia frío, con vacíos en las gradas donde suele faltar espacio para un alfiler, el equipo de Deschamps ha bajado la presión, como si al final de su año más exitoso el champán ya no tuviera gas.
Venía de perder contra Holanda, que les eliminó de la Liga de las Naciones.
Faltaban en los bleus algunos de los campeones del mundo, pero el seleccionador fue capaz de componer un once de quilates que, a la postre, dominó a una Uruguay que no se ha quitado el luto desde que perdiera en Nizhny en cuartos de final del pasado Mundial.
Los de Tavarez no encuentran el camino del éxito y han perdido la fortaleza que forjó su mito.
Mbappé se lesiona
El contraste de los campeones del mundo lo marcó Kylian Mbappé, quien al minuto 36 apagó su magia por una lesión en el hombro derecho, provocada por una caída.
Lo de Mbappé se suma a la lesión de Neymar, en el juego de Brasil, y provoca que el París Saint-Germain encienda sus alarmas de cara al juego en Champions contra el Liverpool, el miércoles.