La visita a Cuba, esta semana, del presidente de España, Pedro Sánchez, llega en un momento en el que el país ibérico busca ampliar sus inversiones en la nación caribeña, inmersa en un lento proceso de apertura económica, y dar un impulso definitivo al creciente comercio bilateral.
“No tengo duda de que el mandatario dedicará una parte importante de su tiempo a asuntos económicos y comerciales” durante su estancia en La Habana el jueves y el viernes, declaró a Efe el consejero de la Oficina Comercial de España en Cuba, Federico Ferrer.
El viaje de Sánchez, que llegará mañana a La Habana, ha generado una alta expectación, ya que será la primera visita oficial de un jefe de Gobierno español desde 1986 (en aquel momento acudió Felipe González) a un país con el que España mantiene fuertes vínculos históricos, familiares , económicos y comerciales.
De momento, poco se sabe de la agenda del gobernante ibérico, que acudirá acompañado de una delegación empresarial compuesta en gran medida por compañías con negocios en Cuba o que tienen interés en acceder al mercado de esta isla de casi 11.5 millones de habitantes.
Las ventas españolas a Cuba alcanzaron 921mil 12 millones de euros entre septiembre de 2017 y agosto de 2018. La Habana, EFE