No menos de 8 mil familias fueron beneficiadas de manera directa e indirecta con la primera fase del Proyecto de Cooperación Triangular para el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM) y el fortalecimiento de los bosques secos de Ostúa, en Jutiapa, y de Nentón, en Huehuetenango.
Ayer, junto a países y organismos cooperantes, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales celebró el cierre de esta iniciativa, en el que la Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GIZ) invirtió €300 mil, mientras Guatemala, México y Costa Rica destinaron €500 mil.
Entre los logros de este programa resalta la creación e implementación de una plataforma o geoportal, que contiene información geográfica territorial del CBM, para la correcta toma de decisiones en extensas áreas, además de las de Guatemala, que comprenden desde el sur de México hasta el norte de Colombia.
También propició el fortalecimiento de actores locales en sus capacidades de conectividad y manejo de corredores biológicos y biodiversidad.
Satisfacción de cooperantes
Luis Manuel López, embajador de México en Guatemala, se mostró satisfecho por el trabajo realizado, junto a autoridades guatemaltecas, en la implementación de cinco proyectos en mejoramiento de la biodiversidad, energía y gestión ambiental.
“Guatemala es un país prioritario para México y Alemania. Hemos logrado grandes proyectos sostenibles en el Corredor Biológico”, destacó el diplomático.
El viceministro de Cambio Climático, Carlos Ramos, externó su complacencia por la finalización exitosa de este proyecto, al cual deberá dársele la continuidad planificada.
“Este tipo de proyectos generan desarrollo humano en el país y mejoran la calidad de vida en el Corredor Seco, beneficiando alrededor de 50 actores locales para el manejo sostenible de sus recursos y protección de sus ecosistemas”, puntualizó Ramos.