Desde hace 9 años, el subsector eléctrico supera el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), derivado del incremento en la demanda de energía y la inversión extranjera que atraen los proyectos de generación, transmisión y transporte, resaltó Pablo Urrutia, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), durante la presentación de un estudio en esta materia.
“Desde la aprobación de la Ley General de Electricidad (1996), se observa que esta actividad es la que más le aporta a la economía guatemalteca, pues por cada Q1 que se invierte se obtiene Q3.61. Por eso es necesario atender la conflictividad que le está afectando”, explicó el experto.
Aporte
De acuerdo con el Banco de Guatemala, en 2009, el suministro de electricidad y captación de agua representó Q6.9 millardos en el PIB. En 2017 significó Q13 mil 61.2 millones, al alcanzar un crecimiento del 5.4 %. Esta tasa fue la más alta entre 11 actividades económicas, las cuales generaron un crecimiento económico del 2.8 %.
El documento títulado Estimación del costo del conflicto social en la distribución del subsector eléctrico refiere que las conexiones ilegales generan pérdidas por Q4 mil 394 millones, equivalente al 1.72 % del PIB.
Maynor Amézquita, vocero de Energuate, dijo que esa distribuidora pierde US $50 millones al año, entre cuentas incobrables y robo del fluido en 8 departamentos.
“Tenemos el respaldo de la Comisión Presidencial de Diálogo, que ha generado acercamientos con y alcaldes, pero se requiere de un mayor apoyo sistemático para resolver esta problemática”, indicó.