El Teatro Esperanza Iris de la Ciudad de México se iluminó anoche para celebrar el séptimo arte de Iberoamérica, con la 5a. edición de los premios Fénix. Con música y la actuación de Totó la Momposina, arrancó una gala en la que no faltaron los mensajes reivindicativos acerca de la importancia del cine en la conservación de la memoria histórica. En lo relativo a galardones, el protagonismo se dividió entre las tres estatuillas de Pájaros de Verano y las cuatro de Zama.
A diferencia de su dramática trama, lo de la película argentina Zama fue llegar y triunfar en los Fénix. Comenzó ganando el premio de fotografía de ficción (Rui Pocas), para después arrasar en las categorías técnicas de diseño de arte (Renata Pinheiro), sonido (Guido Berenblum) y edición (Miguel Schverdfinger y Karen Harley). Sin embargo, en el apartado más importante de la noche, largometraje de ficción, este filme no pudo con Pájaros de Verano, de Ciro Guerra y Cristina Gallego.
Marcelo Martinessi recogió el galardón de dirección por Las Herederas, un reconocimiento que dedicó a quienes nunca pudieron hacer cine en su país, Paraguay. En cuanto a las interpretaciones, a sus 19 años, el argentino Lorenzo Toto Ferro obtuvo el de mejor actor por su papel en El Ángel; mientras que el de actuación femenina fue para Carmiña Martínez, de Pájaros de Verano.
Muchos hijos, un mono y un castillo, de Gustavo Salmerón, ganó como largometraje documental, aunque quien realmente se robó el show con su humor y simpatía fue su protagonista, la excéntrica Julita Salmerón, quien dijo sentirse como toda una actriz. El premio de fotografía documental fue a parar manos de Juan Sarmientos por Central Airport THF.
Por segundo año consecutivo, los Fénix le hicieron un lugar a la ya no tan pequeña pantalla, la televisión. La Casa de Papel se consagró como mejor serie; mientras que el elenco de Aquí en la Tierra, encabezado por Gael García Bernal, Tenoch Huerta y Juan Carlos Colombo, recogió la estatuilla al ensamble actoral.