La condición geográfica del istmo centroamericano lo convierte en un puente natural entre las dos grandes porciones del continente, de tal cuenta que el tránsito de personas, mercaderías, bienes y servicios se hace más fácil, y eso resulta en una ventaja para las empresas multinacionales que quieran invertir en estas tierras.
Honduras, El Salvador y Guatemala trabajan en el desarrollo de una política de libertad de aduanas en el territorio, para facilitar el paso entre fronteras, y así permitir un mejor y mayor flujo de importaciones y exportaciones.
Un tipo de inversión podría ser la turística, pues la proximidad de estos países al Ecuador les otorga ventajas naturales que permiten la promoción turística de destinos especiales relacionados con medio ambiente y, además, con vestigios de culturas ancestrales de interés científico y cultural.
Por detalles como estos, la región es un buen punto para la inversión extranjera. Por ello los mandatarios Jimmy Morales y Juan Orlando Hernández, de Guatemala y Honduras, respectivamente, durante la reunión que sostuvieron ayer para tratar el tema de la migración hacia el norte, hicieron una invitación para que empresas del mundo vengan a invertir a estos países.
Una de las ventajas que deviene de la inversión extranjera es que mejoran las condiciones económicas, pues permite la creación de nuevos puestos de trabajo y, a su vez, se desarrollan áreas comerciales en las que puede participar la población cercana, beneficiando a la producción local y brindando oportunidades de vida en su propio país.
Un ejemplo reciente es la inversión que hace Italia en esta parte del istmo, con el propósito de que cada país desarrolle proyectos que ayuden al desarrollo de las mujeres por medio de créditos para el emprendimiento. De esta inversión, que se hará por medio de la Agencia Italiana para la Cooperación y el Desarrollo en Guatemala, se invertirá 1 millón de euros en Quiché y las Verapaces.
Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo prepara líneas de crédito para las naciones del Triángulo Norte, por un monto de 750 millones de dólares, que serán destinados para el desarrollo de infraestructura y proyectos estratégicos que generen competitividad, según informó el Ministerio de Economía el mes pasado.
Se necesita inversión para crear buenas formas de vida, para que los trabajadores no piensen en que el futuro está afuera y que, para alcanzarlo, deben dejar su tierra y su familia. El futuro para los trabajadores está en sus propios países.
