El Gobierno de Estados Unidos impuso ayer nuevas sanciones a Irán, que penalizan la venta de petróleo iraní, las transacciones financieras con su banco central y el sector portuario del país, aunque contempla exenciones para ocho países.
“Son las sanciones más fuertes que ha impuesto jamás nuestro país”, dijo el presidente estadounidense, Donald Trump, en declaraciones a los periodistas unas horas antes de que comenzaran a implementarse las restricciones.
De acuerdo con lo informado, el Gobierno estadounidense programó la entrada automática en vigor de las sanciones para la medianoche del domingo al lunes en la Costa Este de Estados Unidos.
La nueva batería de sanciones es una consecuencia de la decisión de Trump de retirar a EE. UU. del acuerdo nuclear con Irán de 2015, e incluye la penalización de las empresas de todo el mundo que compren petróleo iraní.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, explicó el viernes que su país planea eximir de manera temporal de ese castigo a un máximo de ocho países o “jurisdicciones” territoriales, que en los últimos tiempos han trabajado para “reducir a cero” sus importaciones de petróleo de la nación persa.
“Hay una serie de lugares donde los países han hecho ya reducciones significativas en sus importaciones de petróleo crudo, y necesitan un poco más de tiempo para llegar a cero, y vamos a darles ese tiempo”, explicó Pompeo.
Pompeo no identificó los territorios que se beneficiarán de la exención durante seis meses, pero se espera que entre ellos estén China, India, Japón y Corea del Sur, según el diario The New York Times.