Un enfermero portugués llamado Joao Cidade Duarte, conocido como Juan de Dios, quien por su vocación a la atención desinteresada a los enfermos fundó la orden hospitalaria que lleva su nombre, la cual construyó hospitales en España y Portugal en el siglo XVI, y luego llegó al nuevo continente con la misma misión de curar a los enfermos.
Desde México llegaron los monjes de la orden de San Juan de Dios hasta la capital guatemalteca, en 1630, para ofrecer sus servicios médicos. Luego del traslado de la ciudad al Valle de la Ermita, en 1776, a los dos años comenzó a funcionar el Hospital General San Juan de Dios, actualmente uno de los dos más grandes del país.
El otro es el Hospital Roosevelt, que se comenzó a construir en 1944 y fue inaugurado diez años después. Este fue construido con ayuda de Estados Unidos y tuvo un costo de Q8 millones. Estos dos nosocomios son los pilares de la atención médica: han prestado sus servicios todos los días a la población y han atendido grandes emergencias, como el terremoto de 1976.
A pesar de ser los dos referentes hospitalarios, donde llegan pacientes de todo el país que por su condición ya no pueden ser asistidos en los centros regionales, los dos colosos quedaron al margen de las inversiones del Estado, pero poco a poco se ha renovado su equipamiento e instalaciones.
Según los recuentos del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, el actual Gobierno ha hecho una inversión de Q260 millones en estos dos nosocomios, durante el año que termina. La inversión ha consistido en compra de equipos nuevos y la contratación de personal especializado.
Las áreas de pediatría y de emergencias han tenido mejoras para atender, en buenas condiciones, a los pacientes que son referidos a estos centros de salud, que representan una esperanza de cura y asistencia médica para la población que no cuenta con cobertura del Seguro Social.
Además, es imporante mencionar que la compra de medicinas e insumos médicos ha mejorado, pues ahora se han establecido alianzas con organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud, para que las compras sean transparentes y organizadas de acuerdo a las prioridades médicas.
La salud, junto con la educación y la seguridad, es uno de los principales ejes de la administración del presidente Jimmy Morales, y por ello se ha puesto la lupa sobre las necesidades que enfrenta el sistema para atenderlas en el menor tiempo posible, pues como dice el jefe de la cartera de Salud, Carlos Soto: “ Mejorar los sevicios de salud es nuestra prioridad”.