Las esperanzas de Alfredo Ajpacajá, del Decorabaños, de ganar la Vuelta a Guatemala se robustecieron ayer, cuando cual killer hizo de sus más acérrimos rivales, Jonathan de León y Alder Torres, del Hino One-La Red, sus víctimas, en un trepidante esprín en San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, por la séptima etapa.
Entre calles adornadas por globos, barriletes y banderas alusivas a la región, descensos vertiginosos, paisajes y la bruma del calor, Ajpacajá se agigantó y se sacudió la espina de un día antes cuando en su tierra, Totonicapán, no pudo cantar victoria, aunque había logrado algo más importante: conservar el liderato.
“Vengo dispuesto a defender el suéter”, expresó Ajpacajá en la antesala a la jornada y su estrategia funcionó en el circuito de 116 kilómetros. Mardoqueo Vásquez, de Cuajo Luna, y Luis Martínez, de Ediciones Mar, de Colombia, se salieron del lote y desfilaron en soledad hasta que a falta de 40 kilómetros fueron copados. Entonces comenzó el recital.
Ajpacajá junto a de León y Torres, al estilo de un duelo clásico en el ciclismo, y el colombiano Ricardo Leiva, respondieron y saltaron del pelotón en busca de la línea de sentencia; se avizoraba de nuevo un esprín, y los corredores de Hino One-La Red no solo querían la victoria de la etapa sino recortar diferencias en la generalindividual.
El ataque de Torres no progresó, el de De León sí y se armó la batalla final; se despertó la fortaleza de Ajpacajá en el embalaje final y en un cierre de adrenalina el pedalista del Decorabaños entró en la historia al ganar una de las etapas de mayor tradición en la contienda nacional debido al recibimiento de la afición.
La Chismosa de la Vuelta y su trabajo
Roció Dubón es la Chismosa de la Vuelta a Guatemala, y justo porque su trabajo le requiere divulgar información que no todos los ciclistas, entrenadores y público tienen.
Dubón se desempeña como comisario pizarra de la edición 58 del giro chapín, tarea que se basa en informar los tiempos de cada pedalista a toda la caravana.
“Cuando hay una fuga, el resto del pelotón necesita saber qué tan lejos o cerca está para decidir qué hacer”, aseguró la Chismosa, quien a sus 21 años es una de las 4 mujeres comisario de la carrera, junto con 7 hombres.
Dubón, quien estudia agronomía en la Usac, trae el ciclismo en las venas, pues es hija de Héctor Dubón Schwendener, campeón de la Vuelta a Guatemala en 1981.
“Toda mi vida he estado metida en el ciclismo, por mi papá. Yo quería ser ciclista, pero no se pudo. Soy la más pequeña del grupo y me cuidan mucho”, comentó la juez, quien aseguró que su máximo anhelo es ser comisario internacional.
En ruta, desplazada en motocicleta, sus armas son pizarrón, marcadores, 2 cronómetros y silbato.
La Vuelta, para la Chismosa, adjetivo que se usa en el ciclismo latinoamericano, es una fiesta. Sin embargo, le requiere exigencia al máximo, ya que además debe ponerse al día con sus tareas universitarias, y lo hace en sus momentos libres, según compartió. Alex Jacinto
