El misionero italiano Tullio Maruzzo y el catequista guatemalteco Luis Obdulio Arroyo Navarro, asesinados juntos el 1 de julio de 1981, fueron beatificados ayer durante una ceremonia efectuada en Morales, Izabal, en la misma tierra donde dieron testimonio de su fe.
Esta fue presidida por el cardenal Giovanni Angelo Becciu, de la Congregación para las Causas de los Santos, en representación del papa Francisco y autoridades de Gobierno, entre ellas la canciller Sandra Jovel.
El obispo del Vicariato Apostólico de Izabal, monseñor Domingo Buezo Leiva, dijo que la beatificación de los mártires es histórica por tratarse de un laico guatemalteco y por ser la primera ocasión que se realiza en el país.
“El papa Francisco autorizó que la ceremonia de beatificación se llevara a cabo donde se encuentran sus tumbas”, manifestó
monseñor.