Cuando digo que deberían ser las mujeres las que tomen el control total de este mundo lo digo en serio. Siempre he sido un fiel creyente del poder femenino y de su capacidad creativa y visionaria. Realmente lo admiro. Y la prueba de esto, musicalmente hablando, es la discografía de la compositora inglesa Anna Calvi.
En 2011, Anna Calvi impactó la escena musical europea con su disco debut homónimo. El mismo Brian Eno la definió como una de las artistas femeninas más visionarias desde Patti Smith, y eso ya es decir mucho. Como si ese primer álbum necesitara otra validación, fue nominada al Mercury Prize y al European Border Breakers Award, y Nick Cave la llevó de gira.
Este año, Hunter, su material más reciente, sigue confirmando el genio y el talento de esta mujer. Sus influencias van de Django Rheinhart a Jimi Hendrix, y su voz es una extraña y bella amalgama entre María Callas y David Bowie, con toques operáticos.
Hunter me resultó un disco de percusiones duras, de un lirismo bastante oscuro y de guitarras divinamente hipnóticas. Las canciones nos guían en un viaje que explora el poder dentro de la feminidad, que trasciende de manera triunfal los tabúes sexuales y que pretende romper las leyes de la conformidad de género. Está claro que Anna Calvi empuja sus ideas junto a los límites de su guitarra y su voz, más allá de lo que ha grabado en placas anteriores.
A la mitad del álbum yo ya había llegado a la conclusión de que estaba en presencia de una diosa musical, que su voz nos recuerda, mientras nos canta, cómo los mortales experimentamos el amor y sus dilemas, entre otras cosas. La esencia de Hunter es más intensa, más salvaje, y aún así más íntima.
El regalo que nos hace Calvi es dejarnos acompañarla en una nueva forma de hablar. Una en la que utiliza su dominio musical para comunicar algo verdaderamente impostergable para nosotros. Siempre y cuando estemos dispuestos a escuchar esa hermosa voz y lo que tiene que decir.
Mientras tanto, y con el permiso de ustedes, me dirigiré a encender unas cuantas veladoras alrededor del altar que le he construido a Anna Calvi en la playlist de iTunes. Sin ninguna duda, me seguiré deleitando bajo el oleaje narcótico y musical de este prodigio femenino de ojos verdes tan intensos como su música. Ojalá también se regalen ese privilegio.
Para escuchar: Hunter, As A Man, Don’t Beat The Girl Out Of My Boy, Chain y Strange Weather.