Por: António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
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En el Día de las Naciones Unidas celebramos el aniversario de nuestra Carta fundacional, el documento de referencia en el que se plasman las esperanzas, los sueños y las aspiraciones manifiestas por “nosotros, los pueblos”. Las mujeres y los hombres de las Naciones Unidas se esfuerzan cada día por dar un significado práctico a lo dispuesto en la Carta. La pobreza extrema va en descenso, pero las desigualdades van en aumento. Pese a todo, no nos damos por vencidos porque sabemos que, reduciendo las desigualdades, aumentamos la esperanza, las oportunidades y la paz en todo el mundo.
El avance del cambio climático es más rápido que las medidas de respuesta, pero no cejamos en nuestro empeño, porque sabemos que la acción por el clima es el único camino posible. En muchos lugares se violan los derechos humanos; sin embargo, sabemos que el respeto de los derechos humanos y de la dignidad humana es una condición básica para la paz, todos los hombres, todas las mujeres y todos los niños merecen vivir en paz. En el Día de las Naciones Unidas reafirmemos nuestro compromiso de recuperar la confianza perdida, de cuidar la salud de nuestro planeta, de no dejar a nadie atrás, y de defender la dignidad de todos y para todos, como naciones unidas.
La Carta de las Naciones Unidas se firmó el 26 de junio de 1945 en San Francisco, California, Estados Unidos, al terminar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, y entró en vigor el 24 de octubre del mismo año. El Estatuto de la Corte Internacional de Justicia es parte integrante de la Carta. Con la ratificación de este documento fundacional por la mayoría de sus signatarios, incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, la Organización de las Naciones Unidas entró oficialmente en vigor. El 24 de octubre se ha celebrado como Día de las Naciones Unidas desde 1948, año en el cual se suscribió la Declaración Universal de los Derechos Humanos (hace 70 años). En 1971, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la resolución 2782, mediante la cual recomendó que los Estados miembros lo consideren un día festivo.