El aerosol, las brochas, los rodillos, y sobre todo el esténcil, acompañaron a Mod Cárdenas en sus inicios como artista urbano. Con el tiempo, sus piezas pasaron de las calles a las galerías, mas los rastros de esas herramientas aún se mantienen en su obra como si se trataran de Conexiones Universales. Ese precisamente es el título de su más reciente colección, en la que combina color, texturas abstractas, figuras humanas, rostros en alto contraste y collages geométricos. Visítela, hasta el 4 de noviembre, de lunes a domingo, de 9:00 a 20:00 en Galería Punto Cero, 12 calle 2-25, zona 10, Edificio Avia. La entrada es libre.
Ser humano
Considerado el primer artista urbano en utilizar la técnica del esténcil en Guatemala, Mod Cárdenas vuelve a las galerías con Conexiones Universales, una muestra inspirada en las emociones humanas y la ciudad. En esta exhibición, asegura, lleva al lienzo un caos coherente: “Pinto con la idea de que ciertos elementos no pueden unirse, pero al juntarlos se produce otro sentido. Esto abre una brecha que permite que el espectador evite la racionalización y se coloque en la pieza”.
En 2008, Cárdenas culminó su formación en psicología clínica. Más que ejercer esta profesión, admite, su motivación fue tratar de entender al ser humano, la principal inspiración de su arte. Por ello, cada una de sus creaciones proyecta su visión de cómo la mente percibe lo visual. “Estudié mucho, hasta determinar ese balance estético en que, al observar los trazos, el cerebro encuentra la perfección”, agrega.
Transición
Esa fascinación por relacionar aspectos que aparentemente no pueden convivir, fue la que llevó a Cárdenas de las calles a las galerías. Su entrada en “la plástica formal” fue en 2013, cuando formó parte la colectiva Galería Viva, de Fundación Rozas Botrán. Su mayor reto, comenta, fue trabajar sus obras en formatos pequeños, pero sin desprenderse del concepto, la estética y el sentimiento del arte urbano.
La transición provocó en el guatemalteco una nueva visión. Comprendió que ya no creaba solo para él y que cada pieza tiene su lugar. “En la calle no había una propuesta como tal, solo eran mensajes sociopolíticos que con el tiempo cambiarían. En las salas el arte debe tomarse con seriedad y valorización, como una profesión y estilo de vida”, concluye.