Estados Unidos decidió unir su Embajada y Consulado en Jerusalén “en una sola misión diplomática”, con el objetivo de “mejorar su eficiencia”, después de trasladar, en mayo, su legación en Israel, de Tel Aviv a la Ciudad Santa, informó ayer el Gobierno de la nación norteamericana.
“Queremos lograr eficiencias significativas y aumentar nuestra efectividad, mediante la fusión de la Embajada y el Consulado General de EE. UU. en Jerusalén”, señaló el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Pompeo explicó que su país “continuará llevando a cabo una amplia gama de informes y divulgación” en Cisjordania y la Franja de Gaza, así como con los palestinos, a través de una nueva unidad de Asuntos Palestinos dentro de la sede diplomática.
Aseguró que esta decisión “no indica un cambio en la política estadounidense sobre Jerusalén, Cisjordania o la Franja de Gaza”.
Asimismo, apuntó que EE. UU. “está firmemente comprometido con el logro de una paz duradera e integral que ofrezca un futuro más brillante a Israel y a los palestinos”.
La nueva Embajada de EE. UU. se inauguró el 14 de mayo en Jerusalén, a la misma hora que hace 70 años se proclamaba en Tel Aviv el Estado de Israel. Washington, EFE